miércoles, 24 de diciembre de 2014

El esqueleto del perro, hecho para cazar

El perro es un cazador natural, y combina fuerza con resistencia. El robusto esqueleto es el armazón de su cuerpo. Un cráneo fuerte con cavidades profundas y protectoras para los ojos y los oídos envuelve el cerebro. Los pliegues de la membrana nasal se unen a un hueso delicado, situado en el interior del hocico.

En el cuello y en el lomo, las vértebras tienen unas prolongaciones a las que están sujetos unos músculos poderosos. Al no haber clavícula, los omóplatos están separados del resto del esqueleto, lo que les permite una gran flexibilidad para correr. Las grandes costillas forman un armazón protector que aloja al corazón, a los pulmones y al hígado. Los hombros y las caderas actúan como pivotes y permiten a las extremidades moverse con gracia y precisión.

El sistema del esqueleto se mantiene unido por ligamentos fuertes. Tendones elásticos y músculos poderosos adaptados para la resistencia.

El funcionamiento del esqueleto:

Los huesos son tejido vivo que necesita alimento continuo. Este le llega a través de los vasos sanguíneos que penetran en la caña del hueso por un "agujero nutricio". Mientras es cachorro, los huesos crecen mediante un"cartílago de crecimiento'. Estas regiones, con una gran provisión de sangre, son más tiernas que un hueso maduro y, por lo tanto, más susceptibles de sufrir daño.

Articulaciones y ligamentos:

Los huesos están unidos por articulaciones cartilaginosas, que suavizan la fuerza de las sacudidas cuando el perro salta y corre. Cada articulación está rodeada por una cápsula llena de líquido lubricante. Los ligamentos fibrosos unen los huesos de otra forma, permitiendo el movimiento sólo en una dirección específica, y evitando los movimientos excesivos que podrían dañar las partes delicadas de la anatomía.

Músculos y movimiento:

Los perros están hechos para la resistencia y la fuerza, y un perro sano coordina perfectamente el movimiento y un paso suave. Las patas anteriores aguantan más de160 por ciento del peso del perro, y las posteriores tienen músculos poderosos para aumentar el instante de aceleración y mantener la velocidad. Los músculos están ligados al esqueleto mediante tendones elásticos, y se alimentan con oxígeno de la sangre.

Tamaño reducido:

A pesar de que pueden parecer muy diferentes, el esqueleto reducido del Bichón Maltés es extremadamente parecido al de su antepasado lobo, salvo por su tamaño reducido. Este apareció de forma natural en la evolución del perro, pero se ha acentuado a través de la cría selectiva. La miniaturización reduce de forma proporcional e1 tamaño de cada hueso, desde el cráneo hasta los huesos largos de las extremidades.

sábado, 20 de diciembre de 2014

El óido de los perros


Con los sonidos de tono bajo, los oídos de los perros tienen más o menos la misma agudeza que los nuestros. Pero en los en los tonos altos el perro nos aventaja con mucho. Nuestro ámbito superior, cuando somos muy jóvenes, es de unos 30.000 ciclos de segundo. Pero desciende a 20.000 cuando somos unos jóvenes adultos y alcanza sólo los 12.000 hay llegar a la edad de la jubilación. Los perros poseen un límite superior de 35.000 a 40.000 ciclos por segundo o, según una reciente investigación rusa, llegan incluso a los 100.000 en algunas razas de perros

Esto proporciona al perro de la capacidad de oír cierto número de sonidos que para nosotros son ultrasónicos. Si un perro alza de repente las orejas y se pone en estado de alerta, puede que haya detectado el chillido de tono muy elevado de los roedores o de los murciélagos, que es completamente inaudible para nosotros. La evolución de esa audición mucho más sensible se halla claramente relacionada con las necesidades de los antepasados de nuestros perros domésticos, que les capacitan para detectar la presencia y movimiento de las ratas, ratones y otras pequeñas presas.

Como consecuencia de este refinamiento de cazador, los perros domésticos pueden hoy reaccionar a pequeñas pistas que hacen que su conducta parezca casi telepática. Los ejemplos más conocidos se refieren a su capacidad para percibir que su amo está a punto de llegar a casa. Mucho antes de que los humanos de la casa pueden escuchar nada, el perro está en pie y alerta, aguardando con ansia la puerta para saludarle. Si regresa la casa a pie, el perro es capaz de captar su estilo particular de andar y distinguirlo de todas las demás pisadas que se producen en la calle. Si su amo llega a casa en coche, el perro distingue el sonido del automóvil familiar de cualquier otro que pase por la carretera. Si esas acciones parecen difíciles de creer, debe señalarle que, en estado salvaje, los lobos pueden escuchar un sonido a una distancia de hasta 6 km.