sábado, 7 de febrero de 2015

La función del perro

Leyendo los numerosos libros y tratados escritos sobre el perro aparecen diferentes descripciones sobre cómo hay que criar y utilizar este animal. Desde la antigüedad el perro servía para "cualquier cosa" : para la caza, la guardia, la lucha, el contrabando, el arrastre de los trineos, etc.

Con el paso del tiempo y el cambio de las costumbres, estos objetivos se han modificado hasta llegar a ser los actuales, que a grosso modo se dividen en 3 categorías :
  1. Perros de compañía
  2. Perros de guardia 
  3. Perros de caza

Por lo que respecta al gato, la historia es sólo un poco diferente: de simple cazador de ratones se ha convertido en un misterioso y fascinante compañero de vida, sin otra función u objetivo.

En la mayor parte de los casos podemos reunirlos a todos en un único grupo: "animales de afecto", seres vivos que, principalmente, dan y reciben cariño. Antes de acoger a un perro es pues muy importante que el potencial propietario sepa con precisión lo que desea y qué se puede esperar del animal, a fin de evitar desagradables consecuencias en el futuro.

No siempre un perro de guardia, como un Mastín, o de utilidad, como un perro nórdico, consigue ser tan sociable como uno de compañía; un perro de caza difícilmente montará guardia como un Boxer o un Rottweiler. De este modo, escogiendo el animal mas idóneo para nuestros fines, evitaremos desilusiones futuras para nosotros y obligaciones injustas para el perro.

Compañía:

En este grupo se encuentran todos los perros que desarrollan una Función principalmente de compañía, para el propietario y su familia.

Se trata de razas muy difundidas y conocidas, como el Perrito de aguas. El Yorkshire, el Pequinés, el Maltés, etc., casi siempre de pequeño tamaño.

El aspecto más importante, al vivir en estrecho contacto con las personas y a menudo con niños, debe ser por tanto el carácter: manso, dulce. Juguetón, paciente, ya que no todos se van a adaptan fácilmente a los collares para perros.

Sin embargo no todas las razas consideradas de compañía tienen estas características, y es necesario reconocer que muchos perros agresivos e irascibles pertenecen a este grupo.
Se trata, sobre todo, de errores en la selección o actos de superficialidad, cometidos por el hombre, que tiende a privilegiar el aspecto estético en perjuicio del carácter. La belleza, requisito prioritario para algunos, debería situarse siempre en segundo plano respecto al carácter y la inteligencia del perro.

Guardia:

El perro de guardia constituye el segundo grupo, por su importancia y difusión en el mundo.

Lo que se le exige es un justo equilibrio entre la defensa de un lugar y unas personas determinadas y la capacidad de obediencia y autocontrol cuando se encuentra ante sus dueños. Debemos pues prepararnos para educar al perro con unos criterios de coherencia muy rígidos y sobre todo tener el tiempo y la firmeza para poner en práctica estos propósitos.
Si se deja que el animal aprenda de manera casual, difícilmente se consigue resultados apreciables.
Un perro de guardia puede ser también un buen perro de compañía, pero esto no es necesariamente cierto. No hay que pretender que se cumplan las dos cualidades simultáneamente, sino más bien centrarse en una de ellas, También en este caso resulta muy importante el cuidado del carácter  y del autocontrol, dejando en segundo plano la belleza.

Caza:

El perro de caza debe cumplir al menos dos requisitos principales : carácter y fuerza física.

En el primer caso debe comprender las intenciones del amo, saberse controlar frente a la presa y soportar sacrificios y fatigas no pequeños. Al mismo tiempo ha de poseer un físico de atleta y un perfecto sistema cardiocirculatorio y ósteomuscular que le permitan correr y resistir sin problemas las jornadas de caza. Los que tienen intención de criar un perro de este tipo saben ya por lo general lo que buscan y cómo llevar a cabo el adiestramiento.



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