domingo, 15 de febrero de 2015

Qué tipo de carne dar a nuestro perro

Aunque la mayoría de los propietarios de perros prefieren alimentarles con pienso para perros, existen otras opciones, y por ello hay gente que prefiere preparar su propia comida para perros. Uno de los alimentos favoritos de los canes es la carne, vamos a ver alguna consideraciones a tener en cuenta:

¿Qué carne elegir? La carne de buey es excelente, pues es rica en hierro y en sustancias minerales. Evite las carnes demasiado magras como el rosbif o el filete, que no sólo son caras, sino que pueden incluso perjudicar la salud del perro, pues éste necesita, sobre todo, cuerpos grasos. Por este motivo, es aconsejable que elija más bien trozos salpicados o de buey para guisado, como podrían ser, por ejemplo, codillo, garganta, pecho, tapa de costillas.

También puede dar a su perro una o dos veces por semana carne de caballo fresca o en bote, pues es buena para él a condición de suplir su carencia en grasas.

El cerdo no se recomienda nunca, ni crudo ni cocido. Su pesada grasa puede provocar trastornos digestivos muy graves. Por el contrario, la salchicha es un alimento canino por excelencia, por cuanto que tiene gran abundancia de proteínas y para los perros es muy fácil de asimilar.

¿Cocida o cruda? La cocción de la carne no se recomienda, pues desnaturaliza las proteínas y destruye más del 60 % de las vitaminas del grupo B. La cocción total (en puchero corriente) debe proscribirse, pues el desperdicio exagerado de las sales (cloruros y fosfatos en especial) produce fermentaciones y muy mala asimilación, que puede provocar un rápido adelgazamiento. Si no quiere dar a su perro carne totalmente cruda pásela por la parrilla sin aceite ni mantequilla o déle un hervor de medio minuto. Así se esteriliza su superficie y el interior conserva las vitaminas y todas las propiedades nutritivas. Si su perro ha estado acostumbrado, antes de llegar a su casa, a comer carne cocida, acostúmbrele lentamente al gusto de la carne cruda que es nuevo para él.

¿En trozos o picada? Si su perro es muy joven, lo más preferible es la carne picada. Si es adulto, cualquier forma es válida, pues de cualquier forma el animal no mastica la carne. En los animales de digestión lenta y difícil, el picado o la reducción a pulpa facilitará la degradación de la carne en el tubo digestivo.


Despojos. Si algunos despojos (pulmones, tráqueas, orejas, pies) sólo tienen un valor nutritivo extremadamente reducido, otros, por el contrario, son muy ricos (pulmones, hígado, sesos, riñones, tetilla). Deben prepararse con limpieza, proceder de animales sanos e incorporarse a la ración sólo periódicamente (una o dos veces a la semana). Muy rico desde todos los puntos de vista, el hígado a la larga puede causar diarreas y fermentaciones. Las visceras (estómago, intestino, tripas), muy energéticas, sólo son adecuadas para los animales de trabajo y son excelentes alimentos para colectividades (perreras, jaurías, etc.). Deben cocerse siempre, pues presentan riesgos de contaminación muy grandes si no proceden de animales perfectamente sanos. Sin embargo, las tripas frescas, sin limpiar y crudas, tienen un valor nutritivo casi duplicado. Tenga en cuenta que los despojos tienen acusada tendencia a la fermentación, incluso a la putrefacción.

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